a quien corresponda


Este no va a ser un mail que vaya a enviarte. Lo escribo
en mi casilla pero no pongo dirección por si se me escapa
(¿viste cuando se te manda solo?), y porque no pienso enviártelo.
Copy-paste y a otra parte. Porque no es para decirte nada,
ni para saber si estás en el mismo sillón de siempre, en la ruta
o a la vuelta de mi casa. Es lo contrario a la necesidad
de hacer contacto. Es la ultra necesidad de hacer contacto,
que me guardo, me abstengo, lloro o bailo fuerte. Me hago
más fuerte, me hago la fuerte, o me desarmo en una milésima
de segundo, me falta el aire.
Tengo puesto el camisón que me regalaste para alguna Navidad

o porque no te gustaba el que usaba. Y sobrevive. Como vos,
obvio, y yo, claro. ¿Cuántas cosas tenés que no conozco? ¿cuánto
nos creció el pelo? Quiero saber que estés igual de triste
que yo, pero estamos en otro lugar de la ciudad, del universo.
Esta vez sólo compré tres regalos. Hace un año cediste

y abrimos los paquetes en la casa que ahora es mitad mía.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

me encanta la nostalgia desplegada!

PerroDinamita: dijo...

felicidades!!
que se yo...

Sweet carolain dijo...

Ouch esa nostalgia duele


saludos

Anónimo dijo...

qué lindo lo escrito. yo hago eso, escribo mails que no mando. saludos
feliz año.

Anónimo dijo...

Uuuuu, si hubiera leído este post mucho antes...
Tu tristeza es muy bella, gracias por compartirla